Después
de entrevistar
el año pasado a Encarnita y
celebrar con su vitalidad y optimismo el Día
Mundial del Alzhéimer,
no he encontrado un personaje que pudiera ejemplificar mejor el
coraje y la lucha de una mujer/esposa/familiar por un enfermo. Y dado
que encontrar en internet información de valor, útil y escueta
sobre esta enfermedad no es del todo sencillo, he decidido buscar dos
decálogos que puedan ayudar, de verdad, a un familiar cuidador.
Y
nadie mejor que alguien
que ha compartido miles de horas con
familias afectadas para dar respuesta a las dudas más frecuentes y
para lanzar diez consejos básicos. Se trata de Manuel
Nevado Rey, psicólogo de AFAL (Asociación
Nacional de Alzheimer). Todo el contenido está sacado de dos series
de publicaciones
realizadas
por AFAL
contigo y
Obra Social Caja Madrid.
EL
primer decálogo tiene que ver con las dudas
más frecuentes que siempre asaltan a los familiares y
que Manuel Nevado Rey ha podido constatar en su trabajo cotidiano.
Están recogidas en el libro Cuidados
informales en la enfermedad de Alzheimer:
1.
¿Por qué nos tiene que pasar esto a nosotros?
¿Y
por qué no? En España existen cerca de 700.000 casos
diagnosticados. Se desconocen los casos sin diagnosticar o aquellos
que están por venir. Según datos de la Comisión Europea, se
calcula que para el año 2020 en España existan alrededor de 2
millones de enfermos.
2.
¿Tiene curación?
Tratamiento
sí, pero curación no.
3-
¿Es hereditario?
La
hipótesis más extendida es que la enfermedad tiene un fuerte
componente genético. Hay identificados cuatro cromosomas, pero sólo
en un dos por ciento de los casos aproximadamente se puede hablar de
transmisión hereditaria.
4.
¿Por qué no quiere salir con las amistades de siempre?
El
enfermo es consciente de los fallos de memoria, su capacidad de
lenguaje es inferior, cada vez utiliza menos palabras y le cuesta
mucho trabajo comprender y expresar, cada vez tiene mayores déficit
de atención y, por lo tanto, le cuesta seguir el hilo de una
conversación. Por eso se aísla.
5.
¡No me deja en paz, siempre me sigue y me persigue no me deja ni a
sol ni a sombra!
Se
encuentra inseguro y con muchos miedos, ¿alguien se ha puesto a
pensar cómo se tiene que sentir una persona que no es capaz de
almacenar los conocimientos adquiridos diez minutos antes?
Seguramente tuviera miedo e inseguridad, por ello, aquella persona
que sirve al enfermo de guía (cuidador principal) es su referente, y
cuando éste falta, el miedo y la ansiedad se disparan, por eso
siguen
al cuidador a todas partes.
6.
Con vosotros sí que realiza la estimulación, pero en casa a mí no
me hace ni caso.
Trata
de buscar el lugar idóneo para realizar estas actividades, con
paciencia, preferentemente evita la caída de la tarde para
realizarlas; domina el lenguaje adecuado a la enfermedad que tiene y
dale tiempo a responder, reforzándole constantemente cuando algo le
salga bien. Estimular a un enfermo de Alzheimer no consiste solamente
en sentarse en una mesa a realizar sopa de letras o puzzles. La
estimulación ha de estar presente a lo largo de todo el día, al
levantarse, en el paseo, haciendo la
comida…
7.
¿Por qué me confunde con su madre?
El
enfermo de alzhéimer vive en una especie de realidad virtual en la
cual los recuerdos presentes no existen y donde tan sólo habitan
aquellos recuerdos aprendidos a lo largo de la vida. Estás cuidando
de él, le das seguridad.
En la
mente del enfermo puede que se le haya borrado el hecho de que se ha
casado y ha tenido hijos, por eso sustituye a los familiares actuales
por familiares pasados, que realizaban las labores que actualmente
haces. La esposa pasa a ser la madre; el esposo, el padre, y los
hijos pasan a ser los hermanos, tíos u otras personas de la época
en la que perviven los recuerdos.
8.
¡Cuando quiere bien que se acuerda!
Esta
frase suele escucharse con frecuencia entre alguno de los familiares,
sobre todo en las fases leves o moderadas de la enfermedad. El
enfermo olvida más que nada los acontecimientos recientes; sin
embargo, los acontecimientos lejanos permanecen guardados en su
memoria. Al mismo tiempo, en las primeras fases de la enfermedad
coexisten momentos en que el enfermo puede razonar con lucidez con
otros momentos de la más absoluta confusión. Por ese motivo el
enfermo a veces recuerda ciertos acontecimientos que nos parecen
asombrosos y otras veces no recuerda nada.
9.
¿Él ya no se entera de nada?
Es
consciente de lo que acontece a su alrededor, de una manera más
limitada, pero lo entiende. Por lo tanto, evita hablar de la
enfermedad con otras personas delante de él, los comentarios, sobre
todo si son hirientes, pueden entristecerle o llevarle a reaccionar
de manera catastrófica.
10.
Le preguntas algo y te responde a la media hora.
A su
cerebro no se le pueden pedir prisas, si se le atosiga, se bloquea.
Paciencia.
El
segundo decálogo que os traigo reúne los mejores consejos
generales para cuidadores familiares:
- Delega los cuidados: pide ayuda.
- Cantidad de cuidados no equivale a calidad de cuidados.
- Si no repartes tu tiempo entre otros seres queridos, perderás al enfermo y a ti mismo.
- La enfermedad es una intrusa con la que debes aprender a convivir.
- La enfermedad nunca se amoldará a ti: amóldate tú a ella.
- Comparte tus emociones con otros familiares de enfermos.
- Observar pronto los pequeños cambios te ayuda a adaptarte a los cambios grandes.
- Toma decisiones, aunque a veces éstas sean arriesgadas.
- No abandones todas tus aficiones.
- Quiérete a ti mismo: en ti está la solución.
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