Pestañas

lunes, 21 de septiembre de 2015

Alzheimer: una epidemia mundial


Demencia es el término utilizado para describir diferentes enfermedades neurológicas que afectan memoria, pensamiento, cálculo, personalidad y orientación en tiempo y espacio. La enfermedad de Alzheimer forma parte del 50 %-60 % de los casos de demencia, pero también existen del tipo vascular, de cuerpos de Lewy y fronto-temporal, afirmó el doctor José Ricardo López Contreras, neurólogo internista.


El especialista aseguró también que esta no es una consecuencia normal del envejecimiento, aunque sí es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero, que no solo afecta a la persona que la padece, sino que también crea un impacto físico, psicológico, social y económico en la salud del cuidador y la familia, quienes además pueden desarrollar un conjunto de síntomas y signos conocidos como el síndrome del cuidador.

Hasta este momento, aún no se han identificado factores que se asocian al desarrollo de la patología; sin embargo, hay formas de reducir el riesgo potencial de desarrollarla. El  World Alzheimer Report 2014 de la Alzheimer's Disease International, que lleva por nombre “reducir el riesgo de demencia”, indica que hay un número de sencillos cambios en el modo de vida para reducir el riesgo más adelante. La regla de oro es que lo que es bueno para el corazón, lo es para el cerebro. Si se quiere reducir el riesgo de desarrollar está enfermedad, es importante empezar por cinco pequeños cambios desde hoy:

Cuida tu corazón. Ciertas elecciones de modos de vida pueden afectar a la salud del corazón. Hay que asegurarse y adoptar un estilo de vida saludable que pueda ayudar a prevenir el desarrollo de colesterol alto, aumento de presión sanguínea, diabetes y obesidad, ya que estos no solo aumentan el riesgo de ataques al corazón o infartos, sino que incrementan la posibilidad de desarrollar demencia. 

Sé físicamente activo. Un estilo de vida activo puede ayudarte a controlar tu presión sanguínea y tu peso, a la vez que reduce el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Hay indicios que sugieren que ser físicamente activo puede reducir el riesgo de presentar demencia y está probado que hace sentir bien al organismo, además de ser una buena forma de socializar.

Sigue una dieta sana. El cuerpo y cerebro necesitan la comida como gasolina. Para que funcionen correctamente se necesita consumir una dieta equilibrada y saludable. La dieta mediterránea, rica en cereales bajos en azúcar, fruta, pescado, legumbres y vegetales, reduce el riesgo de demencia. Aunque todavía se realizan estudios en torno a los beneficios de determinados alimentos o suplementos, se sabe que grasas saturadas, azúcares y sal están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades de corazón. Por ello, es mejor evitarlos.

Reta a tu cerebro. Retar al cerebro con nuevas actividades puede ayudarte a construir nuevas células cerebrales y a fortalecer las conexiones entre ellas. Esto puede contrarrestar los efectos perjudiciales de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Retando tu cerebro puedes aprender nuevas cosas geniales, así que ¿qué te parece aprender un nuevo idioma o empezar una nueva afición o deporte?

Disfruta de las actividades sociales. La integración social puede ser beneficiosa para la salud del cerebro, ya que estimula nuestras reservas cerebrales, ayudando a reducir el riesgo de demencia y depresión. Saca tiempo para estar con amigos y familia e incluso puedes combinar tus actividades con ejercicios de actividad mental a través de deportes u otras aficiones. 


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