El
sábado se presenta en sociedad en el Hotel Tryp Atocha la Fundación
Diario De Un Cuidador, dedicada a atender a los familiares de
enfermos de Alzheimer. El formato, una gala benéfica para recaudar
fondos para atender a cuidadores en zonas rurales con riesgo de
exclusión.
El
objetivo es crear una red de grupos profesionales que «se
desplazarán a zonas rurales para brindarles apoyo psicológico,
formación y espacios comunes a los cuidadores, el eslabón más
débil del Alzheimer».
La
velada, de etiqueta, cuenta con más de 120 asistentes y con un
nutrido elenco de personalidades públicas, entre los que figuran
Pilar Bardem, Pilar Tabares, Máxim Huerta, Antonio de la Torre o
Carla Antonelli. Es un primer paso necesario en la tarea de poner
remedio a una verdad desagradable: el sufrimiento de los cuidadores
directos.
El
Alzheimer adquiere dimensiones de plaga en las sociedades avanzadas.
En España condiciona la vida de unos seis millones de personas,
entre pacientes y familiares. La constitución de esta Fundación,
primera en el mundo de estas características, supone una revisión
integral del modo en que hasta ahora se ha abordado el tratamiento
del Alzheirmer, una enfermedad en la que los grandes olvidados son
los cuidadores. La iniciativa parte de la experiencia personal de
Pablo Barredo, un hombre normal que se ha convertido en el ponente
más requerido dentro y fuera de España sobre esta problemática. La
suya es una historia íntima, a la vez que épica.
Barreno
es un madrileño de adopción que en 2009, tras la muerte de su
padre, se vio en la tesitura de velar por su madre, recién
diagnosticada. Cerró su empresa de comunicación y durante cinco
años, «24 horas al día siete días a la semana», se dedicó a
cuidarla. Conforme María, entonces con 75 años, perdía facultades
y se alejaba de este mundo y de sí misma, Pablo descubría que la
devastación del Alzheimer alcanza de lleno a quienes a quienes se
ocupan de los enfermos.
Comenzó
a escribir un blog, Diario de un cuidador; conoció a otras personas
con el mismo problema a través de las redes sociales -como Jesús,
autor de Alzheimer Universal- y su bitácora se convirtió en un
puerto visitado cada semana por hasta 14 millones de personas. Luego
convirtió este blog en un libro -editado este mismo año por
Plataforma- que ya va por la tercera edición. Sin saber cómo es en
la actualidad un referente en España y en Latino América porque fue
el primero en decir, alto y claro, una de las verdades menos
reconocidas del mal de Alzheimer: «que esta enfermedad, a medida que
evoluciona, afecta de forma más directa a los cuidadores que a los
propios enfermos». No se trata de una boutade. «Todas las personas
con dependientes a su cargo sufren al ver a sus seres queridos
impedidos y padecen angustia y sentimientos ambivalentes que muchas
veces se somatizan en forma de ansiedad, dolores articulares y óseos,
insomnio, problemas digestivos, abuso de alcohol y otras drogas»,
explica; pero el Alzheimer tiene una particularidad: «Los papeles se
invierten, los padres se convierten en los hijos y, a medida que los
enfermos van olvidándose de todo, se agravan los problemas que
afectan a los cuidadores. La dependencia del enfermo conduce al
aislamiento del cuidador y, tras el fallecimiento del paciente, el
sentimiento de soledad es insondable». Ésta es una realidad
estigmatizada de la que apenas se ha ocupado la comunidad médica. El
problema se multiplica en zonas rurales, donde no hay centros de día
ni asociaciones. Ahí quiere llegar Diario de un cuidador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar nuestro blog