Si fuéramos capaces
de retrasar la aparición de las demencias o de la enfermedad del
alzhéimer un solo año, el número de casos se reduciría a la mitad
en los próximos cinco años. Un dato importantísimo porque en
Galicia tenemos más de 60.000 personas con alzhéimer. ¿Cómo
prevenirlo? Pues la mayoría de la gente lo sabe, pero nadie aplica
las normas biosaludables y todos conocemos cuales son los factores de
riesgo. La gente sabe que es malo tener sobrepeso, tener alta la
tensión arterial, tener colesterol… La prevención consistiría en
evitar todos los factores de riesgo, pero no cuando se tengan 70 o 80
años y por otro lado, potenciar lo que está ya demostrado que
funciona en el campo de la cognición, que es potenciar nuestras
habilidades. Y ¿cómo potenciar nuestras habilidades mentales?
llevando una vida intelectual más intensa, recomendamos hacer
sudokus, crucigramas, leer libros y tratar de memorizar cosas, leer
poesía y memorizar un poema. Todo eso va a mejorar el rendimiento.
¿Cómo
se da cuenta una persona de su mejoría y de que no sigue perdiendo
capacidad?
– Lo
importante sería tener la posibilidad de evaluar a lo largo del
tiempo a estas personas. Más de un 30% de las personas mayores de 65
años tienen una pérdida de capacidad cognitiva. Se pueden poner en
marcha estrategias de población para que mejoren su rendimiento y
haciendo evaluaciones periódicas. Igual que a los mayores se les
recomiendan exámenes de próstata, ¿por qué no recomendamos que
una vez al año a los mayores de 65 años se hagan un test de
screening mental para ver si cognitiva están bien o no? Así se
evalúa el rendimiento y los profesionales podrían saber si estás
empeorando o no y pueden recomendarte acudir a un taller de memoria,
participar con gente, incrementar tu actividad mental… Además,
desde el punto de vista específico, hay unidades especializadas en
encontrar donde está el daño, porque el deterioro es algo global,
pero se compone de distintas áreas y se puede trabajar
específicamente cada área.
¿A
qué edad suelen aparecer los síntomas?
– Algunas
demencias tienen manifestaciones preclínicas de 10 o 15 años antes
de que aparezcan los síntomas. Sobre la edad, si hablamos en
términos generales de deterioro cognitivo para todas las edades,
posiblemente un 1% de la población tenga algún tipo de demencia. Si
nos centramos en mayores de 65 años, pues un 10%; y si hablamos de
80-85 años, podríamos hablar de un 30%. de la población. A medida
que se envejece, las posibilidades de presentar deterioro cognitivo
aumentan.
Todos,
jóvenes y ancianos tenemos lapsus mentales, ¿Cuándo tenemos que
empezar a preocuparnos?
– Nosotros
distinguimos entre los olvidos benignos, que generalmente se producen
por falta de atención, que es cuando te olvidas las llaves de casa;
y los olvidos malignos, que generalmente van a afectar a la capacidad
para realizar las actividades y que afecta a un área cerebral.
Cuando empieza a ser más incisivo y no el típico olvido que nos
pasa a todos, en ese caso es necesario ser evaluado.
¿Qué
terapias hay para los que ya están enfermos?
– Tenemos
terapias farmacológicas, que intentan frenar el deterioro cognitivo
con medicamentos y luego están los tratamientos para los trastornos
conductuales y psicológicos, que muchas veces esa manifestación, la
agresividad, las ilusiones, las alucinaciones… es el verdadero
problema de la persona con alzhéimer, no la necesidad de que lo
apoyemos, sino en personas que dejan de tener horarios, que no
duermen por la noche, que están agresivos… ahí utilizamos
fármacos ansiolíticos. Dentro de la intervención no farmacológica,
tenemos técnicas clásicas como son las técnicas de orientación a
la realidad, donde al paciente se le está diciendo todo el día
tienes que vestirte, estás aquí, hay que comer… También hay
técnicas de reminiscencia del pasado, se trata de recordar sus
historias de vida, buscar actividades que le recuerden eso y que
puedan hacer de manera más automática… Después hay técnicas más
avanzadas. Comparando la intervención farmacológica y no
farmacológica en el déficit cognitivo, los resultados son más
positivos de la intervención no farmacológica, porque dura más
tiempo y tiene efectos a más largo plazo. Mientras que, en la
farmacológica los efectos son más cortos y luego el sujeto cae
repentinamente, en el mismo estado en el que estaría si no hubiese
tomado los fármacos.
¿Cómo
se puede ayudar a un enfermo a asimilar su enfermedad?
– Hay
algunos deterioros que son primarios y no tienen causa, es por
neurodegeneración. La forma de afrontarlo es que la persona no se
sienta perdida, que enseguida establezcamos el diagnóstico y
enseguida sepa el abanico de posibilidades que hay para intervenir.
En nuestra sociedad, el problema es que se detecta muy tarde, se
diagnostica muy tarde, y a veces cuando lo hacemos ya es
irreversible”.
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