Un
reciente estudio revela que existe una relación entre el grupo de
sangre de una persona y la posibilidad que ésta tiene de sufrir
Alzhéimer. Se ha estudiado y observado la cantidad de materia gris
que poseen en el cerebro personas de diferentes grupos sanguíneos,
que es la materia que protege al cerebro de las degeneraciones
neuronales.
La
función de los grupos sanguíneos es la de clasificar la sangre
teniendo en cuenta las características de la superficie de los
glóbulos
rojos.
Gracias a ellos, que dividen el líquido más importante de nuestro
cuerpo en los tipos A, B, AB y O, podemos saber si somos una buena
alternativa para la donación, ya que no todos son compatibles entre
ellos.
Pero
la diferencia entre la clase de sangre no solo revela si puedes
convertirte o no en donante, también guarda otros secretos. Un
estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad
de Sheffield ha
evidenciado que algunos grupos sanguíneos juegan un papel importante
en el desarrollo del sistema nervioso, y pueden dar lugar a un mayor
riesgo de aparición de deterioro cognitivo.
Esta
curiosa investigación, en la que ha participado la Fundación
IRCCS San Camillo del Hospital de Venecia,
ha puesto de manifiesto que las personas con sangre del tipo O, esto
es, que no tienen los antígenos A o B en sus glóbulos rojos pero
cuentan con anticuerpos contra los dos tipos, acumulan mayor cantidad
de materia gris en el cerebro, una sustancia que compone la
organización más compleja de todo el sistema nervioso. Esto, según
los científicos, resulta ser un hallazgo muy ventajoso, ya que hace
de escudo contra enfermedades como el Alzhéimer, la famosa patología
neurodegenerativa que se manifiesta a través de trastornos de
conducta y deterioro en la memoria y la cognición.
Para
llegar a esta conclusión, los integrantes del estudio, liderados por
los profesores del Departamento de Neurociencia de la universidad,
Matteo
De Marco y
Annalena
Venneri,
analizaron los datos de 189 imágenes por resonancia magnética de
voluntarios sanos. Para sorpresa de todos, los resultados, publicados
en The Brain Research Bulletin, mostraron que los participantes con
sangre del grupo O tenían más materia gris en la parte posterior
del cerebelo.
Sin
embargo, aquellos con sangre perteneciente al resto de grupos no
guardaban tanta cantidad de esta sustancia. Además, justo la parte
más castigada en este sentido era el hipocampo izquierdo, zona por
excelencia más afectada por el Alzhéimer,
y la primera a la que ataca esta enfermedad. Si esto fuera poco, los
expertos aseguran que estas diferencias entre grupos sanguíneos se
intensifican con el envejecimiento, algo que va unido, lógicamente,
a la pérdida de volumen de esta sustancia tan importante con el paso
de los años.
En
palabras de Matteo DeMarco, los resultados parecen indicar que
quienes tienen O en el tipo de sangre están más protegidos contra
patologías en las que se observa la reducción volumétrica en las
regiones temporales del cerebro,
como el Alzhéimer, por ejemplo”. No obstante, ha apostillado que
“se requieren pruebas adicionales y más labores de investigación
para lograr identificar otros mecanismos biológicos que pudiesen
estar involucrados”.
Por
su parte, Annalena Venneri ha añadido que “a día de hoy se sabe
que existe una diferencia significativa en los volúmenes. Con toda
probabilidad la biología de los tipos de sangre influye en el
desarrollo del sistema
nervioso,
ahora la tarea pendiente es entender cómo y por qué ocurre esto”.
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